domingo, 30 de diciembre de 2012

MIL NOVECIENTOS SESENTA Y UNO



Era cielo
como todo cielo… diferente.
Con su vasta luz, durmiendo en negro.
Con sus perlas, presionando profundo.

Era tu cielo… Y nacías.

Al nuevo mundo.
A ese mundo, enorme mundo
que con ojos gigantes, debías dominar.

Era un día más, todos los días
un montón de días enamorados
del otoño que dejaba huellas
hambrientas de destino.

Llorabas o reías, en la incierta libertad
donde hasta hoy creciste, libre
libre de elegir siempre, la verdad.

Puedes ahora, mirar atrás
y descubrir que en la esquina de tu vida
las agujas de este instante, se detienen
en la magia oculta
de cada fruto presente.

Ahora posees, las riquezas del pasado
y puedes invertir, en tu futuro corazón.

Abuelos, padres, tíos, hermanos, hijos
amigos, compañeros y conocidos…
Los que te formaron, los que te forman.

Y saber quién uno es.
Y saber en qué mundo es uno.
Es saber…
Que la vida, es ese cielo, como todo cielo
diferente.
Bello.
Iluminado.
Por tu propia luz.

ChicoMalo
29-09-2011

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